miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Es rentable la Responsabilidad Social Empresarial?


La actividad de cualquier organización empresarial conlleva una serie de repercusiones sociales y medioambientales que afectan, directamente, a la calidad de vida de muchas personas. Estas consecuencias, en un mundo con un mercado cada vez más globalizado, pueden incluso traspasar las fronteras de un país a otro.
El objetivo único de maximizar el beneficio y repartir mayores dividendos no puede ser el único fin que rija el comportamiento de una empresa si esta quiere sobrevivir a largo plazo.
La sociedad, cada vez mas concienciada, no sólo pide que se le garantice el suministro de ciertos productos o servicios, sino que además están obligando a los empresarios a incorporar una serie de cánones éticos y de responsabilidad social en su forma de actuar, y por tanto será un factor importante a tener en cuenta por ellos en la definición de la misión y la visión  de la empresa.


La clave para que una empresa perdure en el tiempo será que consiga armonizar las necesidades de cada uno de sus grupos de interés (accionistas, empleados, clientes, proveedores, competidores, comunidad…entre otros)  con los suyos propios de maximizar el beneficio, y que estos intereses sean tomados en cuenta a la hora de definir la estrategia como organización. De esta manera, conseguiremos mantener un desarrollo sostenible de nuestro proyecto empresarial. Por ejemplo si cuidamos la relación con nuestros trabajadores, estos se sentirán más comprometidos con la empresa y es probable que presenten un mayor grado creatividad y mejores resultados. Podemos encontrar muchos ejemplos de empresas que utilizan políticas responsables de RRHH como El Corte Inglés o Mercadona, que procuran cuidar los intereses de sus trabajadores y consiguen así mayor compromiso de estos y mejores resultados.
Las políticas respetuosas con el medio ambiente, también pueden tener claros beneficios económicos para la empresa. Por ejemplo, si una empresa maderera destina parte del beneficio a replantar los árboles que tala, no esquilmará la materia prima con la que trabaja y podrá seguir operando por mucho tiempo.
Observando al cliente, podemos ver claramente el beneficio que supone la responsabilidad social para la empresa. El cliente, al adquirir un producto, compra mucho más que el producto físico en sí. Compra valores y sentimientos que ese producto o marca le provocan. Las empresas responsables socialmente incorporan a sus productos valores  éticos y de sostenibilidad que en muchos casos se convierten en mayor valor añadido del producto y una diferenciación o ventaja competitiva con respecto a los productos de la competencia.  La empresa, además, consigue una imagen más prestigiosa, ofreciendo mayor confianza y sensación de transparencia a sus posibles inversores. Un claro ejemplo lo encontramos en el aumento continuo que año tras año experimentan los productos ecológicos frente a otros más baratos.
También se puede utilizar como estrategia para amortiguar la mala imagen creada por una externalización negativa de nuestra actividad productiva. Por ejemplo, McDonalds, para compensar la mala fama de comida basura perjudicial para el desarrollo normal de los niños, realiza políticas sociales a través de la Fundación Infantil Ronald McDonald, institución sin ánimo de lucro, que trabaja para el bienestar de los niños y sus familias.
La mayor ventaja que claramente podemos conseguir con respecto al cliente es la fidelización de este con nuestra marca, ya que al cuidar sus intereses creamos un clima de confianza y profesionalidad que facilitará las compras en el futuro.
Por otra parte, el continuo diálogo y el fomento de unas buenas relaciones con los proveedores y competidores, hace que, por una parte aseguremos un servicio responsable que garantice un suministro de materia prima de calidad y el cumplimiento de las plazos establecidos; y por otra, que los competidores mantengan una competencia leal; es decir, sin políticas agresivas que puedan terminar por perjudicar a ambos.
El caso de "Triodos Bank" y su banca ética, es un caso que muestra claramente los beneficios que puede suponer para una organización mantener una estrategia responsable socialmente. Como bien dice Joan Antoni (subdirector general de Triodos Bank), la organización mediante un proceso de empatía con sus grupos de interés, ha sabido captar las nuevas necesidades que demandaba el mercado, armonizándolas con la  necesidad de generar beneficios para su organización. Entre los intereses que más demandaban están: la necesidad de mayor transparencia en el sector, un trato más personalizado y la realización de proyectos socioculturales y medioambientales.
Como demuestra este ejemplo,  a partir de una buena gestión de responsabilidad social, la empresa puede percibir un aumento en la productividad, así como también una mayor competitividad y la posibilidad de ingresar a nuevos mercados.

martes, 13 de marzo de 2012

Las Técnicas del Buen Negociador

Durante el día, muchas veces incluso sin ser conscientes, intervenimos activamente en un gran número de negociaciones, con la familia, con algún amigo, con compañeros de trabajo, con nuestro jefe…. Siempre que exista un conflicto de intereses entre dos partes surge la negociación como un medio a través del cual llegar a un entendimiento que solucione el problema.
Aunque un conflicto lo solemos asociar con algo negativo, en muchos casos suelen ser hasta beneficiosos. Imaginémonos el caso de una empresa que trabaja en el prototipo de un nuevo producto, una estrategia muy usual en las organización consiste en incitar a los trabajadores a expresar todos los puntos de vista que se les ocurran y a ser críticos con el trabajo realizado, esta actitud o forma de trabajar, que en ocasiones puede provocar situaciones de conflicto, estimula fuertemente la creatividad del grupo y la auto exigencia, haciendo que se consigan mejores resultados. Todo depende de la habilidad del coordinador del grupo en gestionar estos conflictos, de hacer que una crítica se entienda como algo positivo y motivador y fortalecer el sentimiento de grupo en la consecución de los objetivos.
Dicho esto, ¿Cómo sabemos si somos buenos negociadores? La clave esta en la “asertividad”. La asertividad es una habilidad social muy relacionada con la inteligencia emocional que nos hace decir y hacer lo más adecuado y conveniente en cada momento.
Una persona asertiva es alguien sin complejos, respetuoso, sincero, con gran personalidad y seguro de si mismo. Por eso el asertivo nunca pierde la calma y siempre domina el entorno, convirtiéndose en el prototipo perfecto de negociador.
Como habréis podido suponer, este es un ideal, una utopía, nosotros como individuos debemos tender hacia esa perfección, intentando compararnos con este modelo para conocer nuestros puntos débiles como negociadores y tratar de superarlos.
En el proceso de negociación intervienen muchos factores, unos personales como las aspiraciones de cada parte, predisposición al dialogo, poder real y aparente, información disponible, habilidades comunicativas, relación personal…etc. Y otros factores que son circunstanciales  como el lugar, los medios disponibles, número de personas o el tiempo. Antes de una negociación debemos conocer todos estos factores ya que pueden influir fuertemente en la consecución de mejores resultados.
Lo primero por tanto será realizar un buen análisis de situación, quien tiene mas información tiene mas poder a la hora de negociar, y por este motivo trataremos de recopilar toda la información que nos haga entender cual es nuestra situación antes de negociar, que intereses mueven a cada una de las partes, cual es el poder real o grado de influencia que tiene cada una de las partes sobre la otra, y así tratar de intuir cuales serán los movimientos y las posturas del adversario durante la negociación.
Una vez conocida la situación de partida, debemos definir nuestro objetivo  mínimo y máximo para esta negociación, y tratar de conjeturar cuales serán los objetivos de la otra parte. El campo de negociación o margen de negociación sobre el que nos moveremos a lo largo del proceso de negociación siempre se situará entre los objetivos mínimos de ambas partes, ya que si alguna de las partes cruza los límites de la otra se rompería la negociación.




Después de este análisis, es importante preparar los argumentos sobre los que apoyaremos nuestras demandas  y con los que rebatiremos sus peticiones. Conforme mas preparados y desarrollados  los tengamos mayor será nuestro poder de autoridad y el grado de influencia sobre nuestro oponente y mas preparados estaremos ante cualquier posible “ofensiva”.
Atendiendo a toda esta información recopilada, debemos definir la estrategia a seguir mas apropiada. Entre los tipos de estrategias podemos definir dos claramente diferenciables entre si:
  • La estrategia competitiva (gano-pierdes): consiste en tratar de ganar todo lo posible a toda consta. Es una estrategia que suele darse cuando los bienes o intereses a repartir son excluyentes, es decir, el beneficio se lo queda íntegramente solo una de las dos partes. Se basa pues en la fuerza o poder que podamos tener en un momento determinado, y no se preocupa de la relación que mantengamos con la otra parte a medio y largo plazo y que puede afectarnos en nuevas negociaciones.
  • La estrategia cooperativa (gano-ganas): Trata de conseguir los mejores resultados posibles pero procurando que la otra parte también salga beneficiada. Esta estrategia suele darse cuando los bienes o intereses sobre los que se negocian son integrables, es decir, bienes que se esperan obtener por la acción de ambas partes implicadas. Con esta estrategia podemos mantener buenas relaciones con la otra parte que pueden facilitar negociaciones futuras.
Por lo general no suelen darse situaciones tan extremas que tengan como resultado la aplicación de una sola de estas estrategias. Suelen existir al mismo tiempo intereses excluyentes e intereses integrables, lo que nos obliga a adaptar una estrategia intermedia (mixta) entre una y otra, e ir modificando nuestra posición entre ambas en función del comportamiento y la estrategia de la otra parte.
Ya estamos listos para empezar a negociar. El proceso negociador trascurre a lo largo de tres fases:
  1. Fase de contacto: En la que trataremos de crear el clima adecuado, estableceremos las reglas del juego y tantearemos al oponente tratando de averiguar cuales son sus intereses y estrategia a seguir.
  2. Presentación de las ofertas: En un primer momento presentaremos el objetivo máximo como lo que queremos conseguir de esta negociación y trataremos de defenderlo con nuestros argumentos.
  3. Concesiones: Jugando bien nuestras cartas, trataremos de conseguir el máximo beneficio posible con las menores concesiones.
  4. Cierre de la negociación: En esta fase se resumen de los acuerdos conseguidos en la negociación y se preparan para su firma.
Existen una variedad muy amplia de  tácticas que podemos utilizar a la hora de negociar, entre las más utilizadas destacamos las siguientes:
  • El salami o jamón: En ella el negociador realiza pequeñas demandas a su oponente y conforme las va consiguiendo va realizando nuevas, y así hasta donde pueda llegar. Para defendernos de esta estrategia debemos obligar a nuestro oponente a descartar lo acordado y negociar nuevamente siempre que surjan nuevas demandas.
  • Globo sonda: Propuesta de uno de los miembros de un equipo, fácilmente corregible por el resto del equipo, que pretende recopilar información y medir las fuerzas de su oponente. Esta estrategia es muy usada por los políticos para medir la posible reacción ante la modificación de una ley.
  • Autoridad limitada: Con la excusa, muchas veces falsa, de que debemos consultar las conclusiones con alguien con más autoridad que nosotros, puedes posponer el acuerdo y así ganar tiempo para definir nuevamente tu estrategia.
  • El banco de niebla: Tratar de no entrar al trapo en aquellos asuntos que no nos interesan. La forma de hacerlo seria aceptando la crítica sin darle la mayor importancia y pasando rápido a otro tema para no ponernos a la defensiva.
  • Reacciones emocionales: Expresar de forma controlada nuestro malestar por la situación a la que estamos llegando, con la intención de que la otra parte frene en sus peticiones y retome un discurso mas positivo. Un ejemplo lo podéis ver en el anuncio de televisión de un producto para el dolor de garganta que actualmente se emite, seguro que os suena, en el se ven dos hombres que están negociando el precio de un coche de segunda mano, en un momento determinado el posible comprador carraspea debido a la irritación de garganta y el vendedor, que no percibe que es por este motivo, lo considera como una muestra emocional de disconformidad a lo cual reacciona reduciendo el precio de venta.
  • Intimidación: Amedrentar al adversario mostrando una situación de superioridad con respecto a el. Las muestras pueden ser muy diversa: ostentación del poderío económico, lenguaje agresivo….etc.
  • Golpe conciliador: Cuando las negociaciones estén a punto de romperse, podemos intentar recordar los intereses que cada uno representa y el beneficio que supondría llegar a una acuerdo positivo para ambos. Después es recomendable solicitar un receso para que cada parte vuelva con soluciones mas imaginativas.
 Como en otras ocasiones he dicho, todo buen trabajo requiere estudio y planificación. Toda la información y conocimiento que adquiramos significara mayor poder a la hora de negociar. Como en una partida de póquer, intentad jugar bien vuestra mano y aprovecharos de las debilidades de vuestro oponente.

lunes, 12 de marzo de 2012

Código Internacional de Cuenta Bancaria IBAN y BIC


Lo prometido es deuda, y como prometí en el post anterior, en esta entrada seguiré adentrándome en el mundo de la codificación financiera, y lo haré hablando del código IBAN y el código BIC, seguro que os suena.
Ambos códigos son creados por el Comité Europeo de Estándares Bancarios (ECSB) y están encargados de facilitar las transferencias entre cuentas de distintos países.
El código IBAN (Internacional Bank Account Number) o (número internacional de cuenta), es un sistema de codificación de cuentas bancarias común para todos los países de la Unión Europea, y por consiguiente es el encargado de identificar la cuenta del beneficiario cuando realizamos una transacción internacional.
Piensa que cada país dispone de su propio sistema para codificar sus cuentas bancarias,  por lo que si no dispusiéramos de número IBAN sería  mucho mas complicado y lento que nuestro banco  identificase la cuenta de la persona o entidad a la que le queremos mandar el dinero. Podemos decir pues que este código homogeniza las cuentas de distintos países haciendo que cualquier transacción entre ellos se realice de forma automática.
 El código IBAN esta formado por 4 dígitos que se sitúan siempre justo antes del número de cuenta del beneficiario. Los dos primeros tienen carácter alfabético y su misión es la de identificar el país de destino, por ejemplo, en el caso de España seria “ES”. Los dos dígitos siguientes forman un código control que sirve para validar el IBAN y que podemos calcular utilizando un algoritmo matemático.
En formato electrónico el IBAN se representa sin ningún espacio de separación entre los dígitos, sin embargo, en papel se divide en grupos de cuatro caracteres separados por un espacio, siendo el último grupo de una extensión variable de hasta cuatro caracteres. En este ultimo caso siempre ira precedido de las iniciales IBAN
Existen multitud de páginas en Internet donde podemos calcular el IBAN a partir del número de cuenta, Banco Sabadell en su pagina Web ofrece una herramienta para tal fin.
El código BIC (Bank Identifier Code) o código swift, como también se suele conocer, sirve para identificar al banco del beneficiario de la transacción que realicemos, y por tanto es necesario junto con el código IBAN para poder realizar cualquier transferencia internacional.  Este código puede estar formado por 8 u 11 caracteres, dependiendo de si incluye o no los tres últimos dígitos que son opcionales e identifican a la sucursal de la entidad bancaria. En el caso de que no se incluyan estos dígitos la transferencia se dirigirá a la oficina principal de la entidad.  El resto de dígitos se agrupan de la siguiente manera:
-          Los cuatro primeros caracteres identifican el banco.
-          Los dos siguientes identifican al país.
-          Y los dos siguientes identifican a la localidad.
Si estas pensando en realizar una transferencia internacional tienes que tener presente que, además del número de cuenta con estos dos códigos, debes aportar los siguientes datos:
·        El concepto de la transferencia, cuando su importe supere 50.000 euros o su equivalente en divisas de la Unión Europea.
·        Modalidad de repercusión de gastos y comisiones bancarias: OUR, BEN o SHA, si bien en la mayor parte de las transferencias dentro de la Unión Europea, deberán ser necesariamente SHA.
·        Moneda de la transferencia. 
En próximas entradas hablaré de La Zona Única de Pagos en Euros (SEPA) que es la zona en la que ciudadanos, empresas y otros agentes económicos pueden hacer y recibir pagos en euros, dentro de Europa, con las mismas condiciones básicas.

jueves, 8 de marzo de 2012

Miedo a Hablar en Público


Todos en algún momento de nuestra vida hemos experimentado esta sensación, ese nudo en la garganta que suele ir acompañado de una sensación de angustia, sudoración y taquicardia. Con el paso del tiempo y la experiencia esta sensación se suele ir controlando. En este post intentare explicar de forma sencilla de donde proviene ese miedo y lo que es mas importante, cómo podemos controlarlo.
Al dirigirnos a una audiencia nos aborda una sensación de incertidumbre que se traduce en una serie de amenazas o miedos, seré capaz de hacerlos bien, de estar a la altura, de transmitir la información, de influir en la audiencia, y sobre todo el súper temidísimo miedo a “quedarse en blanco”… Debemos ser capaces de controlar esos miedos, es más, debemos de intentar aprovecharlos. El miedo controlado no es algo malo, incluso puede llegar a ser una ventaja porque nos hace estar en alerta y aumenta nuestra capacidad de respuesta.
La clave para superar estos miedos radica en la preparación. Conforme mas conocimiento tengamos sobre el tema a exponer y cuanto más preparada tengamos la presentación, menos incertidumbre tendremos y por lo tanto nos sentiremos mas seguros rediciéndose nuestro nivel de miedo ante la exposición. Por consiguiente, podemos afirmar que como casi todo lo importante en esta vida, el miedo a hablar en público se vence trabajando.
Son muchas cosas que debemos de tener en cuanta al preparar una presentación: ¿Qué tema trataré? ¿A quién va dirigido? ¿Duración? ¿Lugar y medios? ¿Cual será el contenido y la estructura de la ponencia?...etc.
Un buen comienzo puede ser tratar de conocer lo mejor posible al publico que asistirá a nuestra exposición, conocer aspectos como: que les interesa, valores, situación de animo, pertenencia a un colectivo, nivel cultural, edad, aficiones o su grado de receptividad ante el tipo de mensaje que queremos transmitirle, nos ayudaran a adaptar mejor nuestra exposición a sus características y así podremos lograr establecer ese hilo conductor que haga que cale en ellos nuestro mensaje.
* Para ganarse al público nada mejor que saber empatizar con él, saber como sienten y que les motiva.
Otros puntos que también debemos tener claros antes de empezar a elaborar el contenido de nuestra ponencia son: conocer las características del lugar, con que medios técnicos contaremos, el número de público asistente y el tiempo estimado de la presentación. Después de conocerlos ya tenemos toda la información necesaria para poder preparar la exposición.
Parar estructurar nuestra exposición debemos tener claro cual es el fin que se persigue con ella, si es meramente informativo o si pretendemos influir en la actuación futura del público asistente, atendiendo a este fin estructuraremos el contenido de la ponencia. Un ejemplo, imaginémonos que queremos vender un artículo un orden lógico podría ser: explicar las características del producto, valorar las ventajas e inconvenientes terminar haciendo hincapié en sus beneficios. Sin embargo si el motivo es buscar solución a un problema podríamos estructurarlo de la siguiente manera: exponer el problema, sus causas, sus consecuencias, las posibles soluciones y terminar con el planteamiento de un plan de acción.
Lo que es común a toda exposición es su estructura básica:

  1. Inicio de la exposición: es importante empezar captando la atención de la audiencia, para ello podemos usar, siempre que sea oportuno, recursos como: las anécdotas, citar a un personaje, estadísticas, una pregunta retórica, o expresar los beneficios que se pueden esperar de la exposición. Es importante que el inicio incluya una breve y concisa presentación de los puntos que trataremos y marcar en ella las reglas del juego con los asistentes.
  2. Desarrollo de cada punto: Intentando ser claros y adecuarnos a los intereses del auditorio. Debemos tener cuidado en la transición de un punto a otro e intentar en la medida de lo posible ir haciendo pequeños resúmenes que asienten los mensajes clave.
  3. El cierre: Es el ultimo punto de la exposición, este momento es muy importante, piensa que la gente recuerda mejor el principio y el final de una intervención, por lo tanto debes ser muy concreto y dar énfasis en las conclusiones alcanzadas.

A lo largo de nuestra exposición o al final podemos establecer turnos de preguntas, estas también pueden y deben ser preparadas, no estoy diciendo que tengamos que saber lo que nos van a preguntar, sino que si conocemos el tema y a los asistentes podemos estimar con facilidad cuales pueden ser el carácter de estas preguntar y debemos estar preparados para saber contestarlas. Piensa que puede ser la última oportunidad que tenemos de conseguir el objetivo marcado con la exposición.
¿Y si no sabemos responder a la pregunta?, no te preocupes, intenta ganar tiempo, puedes conseguirlo de varias formas, pidiéndole al que pregunta que de mas detalle acerca de la pregunta o reformúlasela al publico asistente pueden ser alguna de ellas, y mientras tanto trata de asociarla a tus conocimientos, y si aun así no eres capaz de responder no pasa nada, nadie espera que el ponente pueda saberlo todo, mantén una actitud positiva y exprésale que en este momento no puedes darle la respuesta mas adecuada y comprometerte a buscar la información y hacérsela llegar, pero después cúmplelo. El público recordará más la actitud al responder que el contenido en si de las respuestas.
La expresión corporal también es importante, utilizar la mirada para establecer contacto visual con la audiencia es vital para lograr que esta se implique con lo que estamos diciendo. Para esto podemos usar la técnica “faro” que consiste en recorrer la sala con la mirada parándonos unos segundos en cada asistente, de esta manera todos sentirán que les hablamos a ellos. Pero si la sala es demasiado grande, mejor divídela por sectores y ve rotando la mirada por cada conjunto.
Gesticular puede ayudar a reforzar el mensaje pero si nos sobrepasamos obtendremos el efecto contrario, el  mejor truco es sentir lo que decimos e intentar trasmitírselo con naturalidad.
Trata de no meterte las manos en los bolsillos, cruzar los brazos o juguetear con algún objeto, esto muestra nerviosismo y además puede distraer al público.
Si la situación lo permite puedes moverte por el centro de la sala, y si te quedas estático en una posición trata mantener adelantado uno de los pies, de esta manera proyectaras mejor la voz.
No mantengas un ritmo de monotonía en la voz, intenta que sea variado y poner énfasis en lo mas importante.
Los medios audiovisuales son un instrumento muy interesante para hacer llegar y conseguir fijar un mensaje a la audiencia, pero no suplen un el discurso del orador por lo que no debemos abusar de ellos
Una buena técnica que podemos utilizar al inicio de nuestra exposición es la técnica del “peñón” que consiste en situarte de pie frente al auditorio con las piernas ligeramente entreabiertas y sin moverse, esta posición muestra solidez y fortaleza y es ideal para iniciar la charla. Y si no conseguimos que la gente guarde silencio y preste atención, podemos utilizar la técnica del “pulso” que consiste en, estando en posición de peñón, guardar silencio y mirar hacia la zona en la que algunos asistentes continúan hablando, por lo general al percatarse no tardan en incorporarse al silencio general.
Espero que este repaso y estos trucos os sean útiles la próximas vez que tengáis que enfrentaros a este miedo.

Balance de Situación


En la contabilidad, el balance es el estado contable que refleja la situación patrimonial de una empresa en un momento determinado, por lo tanto señala qué y cuánto tiene la empresa y, cuánto y a quién debe o lo que es lo mismo sus recursos financieros, en un momento concreto de tiempo.
Se estructura a través de dos conceptos patrimoniales, el Activo y el Pasivo, desarrollados en grupos de cuentas que representan los diferentes elementos del patrimonio:
         Activo: incluye todas las cuentas que reflejan los valores de los que dispone la empresa, sin que implique que son de su propiedad. Responde a la pregunta: ¿En qué ha invertido la empresa?
         Pasivo: incorpora todas las cuentas que muestran como está financiado el Activo, es decir con medios propios o con deudas. Responde a la pregunta: ¿De dónde se ha obtenido la financiación?

La suma de todas las partidas del Pasivo ha de cuadrar siempre con la suma de todas las partidas del Activo.

Estructura del balance:


En el Activo las cuentas se recogen de mayor a menor liquidez y se clasifican en activo corriente y activo no corriente.
Activo corriente
En esta categoría se incluyen aquellos activos que se espera vender, consumir o realizar en el ciclo normal de explotación, que con carácter general no excederá de un año, así como otros activos cuyo vencimiento, enajenación o realización se espera que se realice en el plazo máximo de un año. También forman parte de esta categoría los activos financieros clasificados como mantenidos para negociar y el efectivo y otros activos líquidos equivalentes.
Si tomamos el modelo del balance el activo corriente está formado por las siguientes partidas:
·         Activos no corrientes mantenidos para la venta.
·         Existencias.
·         Deudores comerciales y otras cuentas por cobrar.
·         Inversiones en empresas del grupo y asociadas a corto plazo.
·         Inversiones financieras a corto plazo.
·         Efectivo y otros activos líquidos equivalentes.
·         Periodificaciones.

Activo no corriente
En esta categoría se incluyen los demás elementos del activo, es decir los que no son activos corrientes, entre los que podemos citar los siguientes:
·         Inmovilizado intangible.
·         Inmovilizado material.
·         Inversiones inmobiliarias.
·         Inversiones en empresas del grupo y asociadas a largo plazo.
·         Inversiones financieras a largo plazo.
·         Activos por impuesto diferido.

Como diferencias más destacables en relación con el modelo anterior podemos citar las siguientes:
·         Desaparecen del activo las siguientes partidas:
o         Accionistas (socios) por desembolsos no exigidos (ahora minoran el patrimonio neto).
o        Gastos de establecimiento (ya no existen).
o        Acciones propias (ahora minoran siempre patrimonio neto).
o        Gastos a distribuir en varios ejercicios (ya no existen).
·         Se establecen algunos epígrafes nuevos, entre los que cabe destacar los siguientes:
o        Activos por impuesto diferido.
o        Activos no corrientes mantenidos para la venta.
o        Inversiones inmobiliarias.
·         No se desglosan las correcciones valorativas. Los inmovilizados aparecen netos de las cuentas compensadoras. La información de las cuentas compensadoras se facilita en la memoria.
·         Se establece la obligación de mostrar una mayor información de las inversiones en empresas del grupo y asociadas mediante una clara separación entre ellas.
·         Las existencias de producción de ciclo superior a un año, sean éstas «productos en curso» o «productos terminados», deben ser desglosadas de modo que figuren separadamente las de ciclo corto y las de ciclo largo.
·         Los deudores por tráfico con vencimiento superior a un año deben desglosarse dentro del activo corriente en función del plazo de su vencimiento.
PASIVO
La parte derecha del balance incluye el pasivo y el patrimonio neto, las cuentas que recogen el orden es de mayor a menor grado de exigencia.

Patrimonio neto
El patrimonio neto está definido en Marco Conceptual como una magnitud residual, el cual establece que constituye la parte residual de los activos de la empresa, una vez deducidos todos sus pasivos.
Está formado a su vez por tres epígrafes:
·         Fondos propios, que a su vez pueden haber sido aportados por los socios o propietarios o bien tratarse de resultados acumulados que no hayan sido repartidos.
·         Ajustes por cambios de valor, que surgen como consecuencia de la aplicación del valor razonable a algunas partidas del balance.
·         Subvenciones, donaciones y legados.

Pasivo no corriente
Son los elementos de pasivo no clasificados como corrientes, entre los que cabe citar:
·         Provisiones a largo plazo.
·         Deudas a largo plazo.
·         Deudas con empresas del grupo y asociadas a largo plazo.
·         Pasivos por impuesto diferido.

Pasivo corriente
Son las obligaciones que espera liquidar en el ciclo normal de explotación, obligaciones con vencimiento o extinción en un plazo máximo de un año desde el cierre y los pasivos financieros clasificados como mantenidos para negociar. Los pasivos corrientes que figuran en el modelo de balance son:
·         Provisiones a corto plazo.
·         Deudas a corto plazo.
·         Deudas con empresas del grupo y asociadas a corto plazo.
·         Acreedores comerciales y otras cuentas a pagar.
·         Periodificaciones.

* Algunas novedades que conviene destacar son las siguientes:
·         El patrimonio neto incluye además de los fondos propios los ajustes por cambios de valor y subvenciones, donaciones y legados.
·         Aparecen algunos epígrafes nuevos como los siguientes:
    • Otras aportaciones de socios, cuya naturaleza jurídica no está clara. Podría asimilarse a la partida del plan anterior denominada «Aportaciones de socios para compensación de pérdidas».
    • Pasivos por impuesto diferido.
    •  Deudas con características especiales a corto o largo plazo.
    • Deudas por operaciones de arrendamiento financiero.
·         En pasivo corriente y no corriente hay un menor nivel de desglose y se incluyen las provisiones a corto o largo plazo, respectivamente.
·         Los acreedores por tráfico con vencimiento superior a un año se desglosarán dentro del pasivo corriente en función del plazo.

·         Los instrumentos compuestos se segregarán en patrimonio neto o pasivo según corresponda a su naturaleza.

lunes, 5 de marzo de 2012

Código Cuenta Cliente


Cuando abrimos una cuenta corriente o de ahorro en una entidad bancaria, a esta se le asigna una numeración que es conocida con el nombre de “código cuenta cliente” o que usualmente conocemos como Número de cuenta.
Este es un código formado por 20 cifras que identifica de manera estándar a un producto financiero en todo el territorio español.
Se trata de un código, único e irrepetible, que identifica una cuenta determinada de un cliente concreto, por lo que su uso correcto es imprescindible para realizar operaciones con rapidez y seguridad. Sin su empleo resultaría imposible la canalización de los flujos de operaciones, dado su elevado número y el grado de automatismo con el que las mismas se realizan actualmente. Por consiguiente, es impensable pensar en realizar una transferencia, emitir un pagare o realizar un contrato de depósito o un préstamo… sin incluir este código.
Esta numeración, que cabría pensar que esta puesta al azar, ofrece mucha información. El código a su vez se agrupa en conjuntos o grupos de dígitos que expresan un significado concreto. A continuación explicaré cada uno de estos grupos:
  • Los cuatro primeros dígitos corresponden al código de la entidad financiera y esta asignado por el Banco de España. El empezar de los mismos determina el tipo de entidad al que se refiere: 0 y 1 para bancos comunitarios o extracomunitarios, 2 para cajas de ahorros, 3 Cooperativas de crédito…etc.
  • Los cuatro siguientes dígitos corresponden al Código de la oficina en la que esta formalizado el contrato. Este código lo asigna la propia entidad financiera a cada una de sus oficinas.
  • A los siguientes dos dígitos se les conoce como Código de control, y se calcula con un algoritmo matemático que da validez e integridad a los 20 dígitos del número de cuenta, es decir, sirve para verificar los códigos de Entidad y Oficina, en relación con el Número de Cuenta Interno. El primero de los dos dígitos se calcula a partir de los 8 primero números del código de cuenta y el segundo a partir de los 10 últimos dígitos del número de cuenta.
  • Los 10 últimos dígitos conforman el  Número de cuenta Interno, que se asigna por la entidad a cada producto y que incluye todos los identificadores de índole interna (Tipo de producto financiero…).
En próximas entradas hablaré de otras formas de codificación utilizadas en el lenguaje del sistema financiero

viernes, 2 de marzo de 2012

Tasa Anual Equivalente


En el mercado existe un gran abanico de productos financieros entre los que podemos optar en cada momento (prestamos, créditos, hipotecas…etc) pero una vez determinado el tipo de productos que necesitamos, ¿Cómo sabemos cual es el que mas nos interesa?. Hoy me gustaría hablaros del TAE (Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva).
El TAE es un indicador expresado en tanto por ciento anual que revela el coste o rendimiento efectivo de un producto financiero. Incluye para su cálculo no solo el tipo de interés, sino además los gastos y comisiones asociados a la operación. Por esta razón, podemos decir que este indicador homogeniza sobre una base anual las diferentes alternativas de inversión, convirtiéndose en el indicador mas importante y la base de referencia del consumidor medio para comparar inversiones diferentes de forma rápida y con garantías. Por este motivo el Banco de España, obliga a incluir este índice desde el año 1990 en todos los anuncios y en todos los folletos de cualquier producto financiero, como publica la norma 8/1990 sobre “Transparencia de las operaciones y protección de la clientela”.
El cálculo de la tasa anual equivalente está basado en el tipo de interés compuesto y en la hipótesis de que los intereses obtenidos se vuelven a invertir al mismo tipo de interés. Es decir, que poniendo como ejemplo el caso de un depósito a plazo fijo, al dinero que teníamos en un principio le debemos sumar el dinero que generarían los intereses si los reinvirtiéramos en las mismas condiciones que el principal. Por eso entre depósitos con iguales gastos, comisiones y tipo de interés, obtiene un TAE mayor el que reparte antes los intereses, ya que dispones de ese dinero extra para reinvertir.
Pero el TAE no es infalible al cien por cien, ya que no incluye otros gastos importantes que pueden ir ligados a la contratación del producto, como son: 
  • Los gastos que el cliente pueda evitar (por ejemplo, los gastos de transferencia de fondos).
  • Los que se abonan a terceras personas o empresas (corretajes, honorarios notariales e impuestos).
  • Los gastos por seguros o garantías (salvo primas destinadas a garantizar a la entidad el reembolso del crédito en caso de fallecimiento, invalidez o desempleo, siempre que la entidad imponga su suscripción para la concesión del crédito).
En el caso de los préstamos, el TAE en su cálculo incluye, además del tipo de interés, otros gastos que hacen variar el coste real de la operación, por eso es siempre un indicador clave que tenemos que tener en cuenta a la hora de contratar uno u otro, pero siempre teniendo presente que la comparación debe hacerse entre prestamos que sean a un mismo plazo, ya que el TAE es diferente según el plazo para el que se calculan, y que no se debe comparar nunca el TAE de un préstamo fijo con el de un préstamo variable, ya que en esta última será siempre un TAE teórico, porque no hay manera de saber a priori cuál va a ser la evolución del índice de referencia.  
Entre los gastos más importantes que incluye el TAE de cualquier préstamo destacamos las comisiones de apertura y cancelación, que son impuestas por la entidad para cubrir futuros riesgos de impago o para cubrir mermas de beneficios si la operación termina antes de tiempo (cancelación). En préstamos a interés variable la comisión por cancelación anticipada está limitada por ley al 1%.
  Sin embargo, una vez contratado el préstamo el mejor indicador  para compararlo con otro préstamo es el Coste Efectivo Remanente (C.E.R.), que representa el coste efectivo correspondiente al tiempo que nos queda para la total amortización o devolución del préstamo. En el cálculo de este concepto únicamente se tienen en cuenta los pagos que tenemos que hacer hasta el vencimiento.

La formula del TAE es la siguiente:
TAE = (1 + i / k)^k – 1

i = es el tipo de interés nominal anual expresado en términos relativos.
k = es el número de pagos que se efectúen en el año (siendo 12 si el tipo es mensual, 6 si es bimestral, 4 si es trimestral, 3 si es cuatrimestral, 2 si es semestral, y 1 si es anual)

Aunque siempre debemos de leer la letra pequeña de todo los productos que contratemos, si no estamos muy familiarizados con los términos financieros el TAE  es el mejor indicador para empezar a comparar productos.


jueves, 1 de marzo de 2012

El día después (de la reforma laboral)

Hoy me gustaría enlazaros con el articulo “El día después (de la reforma laboral)” publicado el 26 de febrero de 2012 en el Diario El País y trascrito por diario del derecho.  El autor, Miguel Cuenca Valdivia, es socio director del área Laboral de KPMG Abogados y uno de los expertos de mayor prestigio en todas las cuestiones relacionadas con el ámbito laboral y social. En este artículo nos muestra su opinión sobre la reforma laboral aprobada por el Gobierno y las medidas introducidas que afectarán al mercado de trabajo.

Análisis DAFO


En anteriores entradas hemos hablado de la importancia de una buena planificación estratégica como factor clave para lograr conseguir tener éxito en cualquier proyecto que emprendamos. Conocer fielmente la situación en la que nos encontramos, en relación con el entorno donde desarrollaremos la iniciativa, es el mejor punto de partida sobre el que basar nuestra futura estrategia, y una manera de poder anticiparnos ante cualquier cambio que modifique las condiciones de partida.
Una de las herramientas analíticas que mejor nos permite conocer esta realidad o situación es el análisis DAFO, acrónimo formado por las iniciales de las palabras Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades o en inglés SWOT (Strengths, Weaknesses, Oportunities, Threats).
Este método nos permite realizar fielmente una “fotografía” de la situación en la que nos encontramos. Los datos que de el se desprenden nos permiten identificar problemas así como también plantear las posibles alternativas de soluciones a los mismos. Por ello se ha convertido en una parte fundamental de cualquier plan de actuación, ya sea para un proyecto empresarial, administración, asociación…etc.
Esta herramienta se basa en el estudio de dos tipos de factores:
1.      Factores Externos: Analiza el entorno exterior de la empresa u organismo (tendencia de los mercados, coyuntura económica, movimientos de la competencia…) que realiza el proyecto, y trata de prever sus posibles respuestas. Para ello agruparemos los factores en dos grupos:
·        Oportunidades: Son situaciones que pueden presentarse en nuestro entorno y que son positivas para desarrollar los objetivos de nuestra organización.
·        Amenazas: Posibles situaciones que pueden presentarse en nuestro entorno y que pueden impedir o entorpecer la consecución de los objetivos de la organización.

2.      Factores Internos: El DAFO, basándose siempre en hechos objetivos, analiza los recursos y capacidades de que dispone la empresa u organización.  Estos factores, de carácter intrínsecos, se ordenan en dos grupos:
·        Debilidades: Son los recursos, capacidades y situaciones que nos limita las posibilidades de aprovechar las oportunidades de nuestro entorno. En otras palabras los puntos débiles de nuestra organización, y por lo tanto trataremos siempre de mitigarlos o eliminarlos.
·        Fortalezas: Son los recursos, capacidades y situaciones que pueden  potenciar las posibilidades de aprovechar las oportunidades y superar las amenazas de nuestro entorno, y por lo tanto son muy beneficiosos para el posicionamiento y el progreso del proyecto. En otras palabras son los puntos fuertes o ventajas competitivas de nuestra organización y debemos intentar siempre potenciarlos.

La información de cada grupo, -que debe ser clara, concisa y realista-, se ordenará atendiendo a su potencial, es decir, a su grado de importancia o trascendencia y sus posibilidades de realizarse.
El análisis DAFO tiene carácter dinámico. Su resultado va en función del momento y la situación concreta en la que se encuentre la organización. Por lo tanto deberemos de actualizarlo periódicamente siguiendo los mismos parámetros y criterios marcados en el anterior.
Realizado con rigor, es el mejor apoyo y punto de partida para fijar los objetivos de la organización y el mejor modo de ir conseguirlos.
* ."Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla" (El arte de la guerra de Sun Tzu)