miércoles, 21 de diciembre de 2011

Intermediarios Financieros




Como explicamos en el post del sistema financiero, los activos financieros pueden transmitirse directamente del emisor al ahorrador, o bien de forma indirecta a través de los intermediarios financieros.
Por tanto la función principal de los intermediarios es la de captar recursos financieros de los agentes con superavit y dirigirlos hacia los agentes con déficit. Para ello capta activos primarios generados por los agentes con déficit y partiendo de estos emiten nuevos productos financieros o activos secundarios que se adaptan mejor a las necesidades de los pequeños ahorradores. Este proceso de transformación es importantísimo para el buen funcionamiento del sistema financiero, ya que facilita la movilización de los fondos de financiación necesarios y reduce los costes de los mismos. Esto es debido a que los activos secundarios implican un menor coste y menor riesgo para el pequeño ahorrador que el que asumiría si adquiriera el activo primario. También es altamente ventajoso para los agentes con déficit, ya que cubren su necesidad de financiación a largo plazo con los recursos a corto de los ahorradores, permitiéndoles acceder a uno fondos a los que por si mismo nunca habrían podido optar.
En este sentido los intermediarios financieros se diferencian de los agentes mediadores (dealers y brokers) en que estos no pueden generar activos propios:
  •  Los dealers compran y venden activos financieros para mantener un patrimonio, no originando su actividad ningún cambio en los activos negociados puesto que los dealers no crean nuevos y diferentes activos a los ya existentes.
  •  Los brokers actúan igual que los dealers pero con la diferencia de que compran y venden por cuenta y riesgo de un tercero. El broker lleva una comisión por la compra o la venta. Del beneficio o la pérdida es responsable el tercero.  
Otra de las ventajas importantes para el ahorrador suele ser la seguridad que le ofrece el poseer un activo emitido por una entidad intermediaria, ya que esto implica que el derecho de cobro nace de los ingresos que tenga esta entidad y no de la marcha de otra tercera empresa.
Pero, ¿Cómo son capaces los intermediarios financieros de generar estas ventajas?

Pues gracias al aprovechamiento de las economías de escala que son fruto de:

-          La gestión de una amplia y variada cartera de activos, que les permite conseguir mejores rentabilidades a largo plazo que cualquier agente de forma individual.
-          Su amplio conocimiento sobre el mercado financiero y mayor facilidad para conseguir información de relevancia.
-          Costes de transacción más bajos.

Otra función que suelen cubrir las entidades financieras es la de gestionar los mecanismos de pagos. A través de sus cuantas corrientes, de los talones…etc se realizan casi todas las operaciones de cargo y abono de una economía.

Podemos clasificar los intermediarios financieros en dos tipos:

1.    Instituciones Financieras Monetarias: Parte de sus activos son monetarios de gran liquidez. Entre ellos encontramos al Banco central, las entidades de crédito residentes (bancos, cajas de ahorro...) y otras instituciones financieras monetarias residentes (fondos de inversiones…)
  1. Instituciones Financieras No Monetarios: Que a diferencia de los anteriores el dinero no es su pasivo, teniendo una actividad mas mediadora (empresas de seguros, fondos de pensiones, fondos de capital riesgo….)
                                                                                                     
Popularmente, cuando hablamos de intermediarios financieros nos solemos referir a los profesionales o empresas contratadas por los consumidores para ayudarlos a encontrar el activo financiero más conveniente y asesorarles en la gestión de su patrimonio a cambio de una comisión. Para ello negocian directamente con las entidades financieras para poder conseguir mejores productos que los que conseguirían por si solos sus clientes.
En época de gran liquidez y boom inmobiliario surgieron multitud de intermediarios financieros sin la preparación adecuada que ofrecían préstamos e hipotecas a gente que generalmente no tenía acceso al crédito en las entidades financieras, ya sean bancos o cajas de ahorro. Muchas de estas familias son las que posteriormente han tenido graves problemas para pagar sus deudas. Esto a ocasionando una gran desconfianza ante la figura del asesor financiero, que es percibido como una persona cuya única motivación es vender los activos que les generan mayores comisiones sin pensar en los intereses de sus clientes.
Los intermediarios financieros cumplen un rol fundamental en la gestión de las finanzas personales. La actual globalización y complejidad de los mercados financieros se ha traducido en un extraordinario crecimiento y sofisticación de los servicios y activos financieros que podemos encontrar. Por eso son fundamentales especialistas en asesoramiento financiero. Pero el profesional del sector debe trabajar sobre la confianza del consumidor, aportando un buen servicio de asesoramiento y un valor agregado real, que consiga que la gente cambie la forma de ver el rol que cumplen en el proceso de negociación y vean que trabajan buscando el interés del cliente.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Pirámide de Necesidades de Maslow



En la anterior entrada hablamos de la motivación del ser humano y de cómo el comportamiento de las empresas dependerá del comportamiento de las personas que la forman.
Por tanto, para lograr el optimo funcionamiento de la empresa y la consecución de los objetivos planteados, es necesario que conozcamos como se comporta el ser humano, que les motiva y les hace actuar de una manera y no de otra, ¿somos seres únicamente económicos, o nos mueve algo mas que el dinero?
Para seguir profundizando en el tema, hoy me gustaría hablaros de una de las teorías mas conocidas, “la jerarquía de necesidades de Maslow”.
Esta teoría, como su nombre indica, consiste en una ordenación jerárquica de las necesidades del ser humano, que quedan agrupadas en distintos niveles que conforman la famosa pirámide que seguramente hayáis visto en más de una ocasión,  y como el intento por satisfacer estas necesidades puede motivar y definir el patrón de comportamiento de la persona.
La idea es sencilla, partiendo de la base de la pirámide, donde se encuentran las necesidades fisiológicas mas básicas inherentes al ser humano, el individuo a lo largo de su vida tratara de ir cubriendo una serie de necesidades, siempre en orden ascendente, hasta alcanzar la cima donde se encuentra los deseos de autorrealización. Cada necesidad cubierta genera, mediante el aprendizaje de nuevos patrones, las siguientes necesidades por cubrir, y así sucesivamente. Por tanto no podremos cubrir necesidades superiores sin haber cubierto las de más abajo, ya que la satisfacción de estas generará las posteriores. Siempre partiendo de que una necesidad que ya esta satisfecha no puede motivar ningún comportamiento.
Existen algunas críticas sobre esta teoría que ponen en duda los tipos de necesidades y su carácter jerárquico. Por ejemplo, la teoría nos dice que seria imposible que un individuo renunciase a una necesidad básica por sus convicciones o creencias, cuando es evidente que existen casos de este tipo a diario.
Aun con estas incongruencias, la teoría de Maslow sigue siendo la más importante a la hora de entender el comportamiento humano.

Las necesidades las agrupan en los siguientes niveles:
  1. Necesidades Fisiológicas Básicas: Que son las que están relacionadas directamente con la supervivencia de la persona (hambre, sed, frió…)
  2. Necesidades de Seguridad: Fruto de la búsqueda por sentirse protegido frente a cualquier situación de peligro que pueda presentarse y el mantenimiento de un estado de orden y seguridad. Por lo tanto el deseo de seguridad incluirá, por una parte deseo de estabilidad, como puede ser: una buena cobertura en el trabajo, el mantenimiento de un sueldo medianamente estable o la necesidad por la propiedad privada. Y por otra parte incluirá otros deseos físicos como la preservación de la salud o la ausencia de dolor.
  3. Necesidades Sociales: Que parten de la necesidad del hombre por relacionarse con otras personas, y por tanto están relacionadas con su sentimiento de pertenencia y afecto. Entre otras podemos encontrar necesidades como la de ser aceptado por el grupo, establecer amistades o sentirse querido por la pareja.
  4. Necesidades de Estima: Por un lado  está la necesidad de respetarse uno mismo, que engloba necesidades como la libertad, la independencia y la confianza, entre otras. Y por otro lado la necesidad de sentirse respetado y reconocido por los demás, entre las que podemos encontrar la dignidad, la reputación…etc.
  5. Necesidades de Autorrealización: Que están relacionadas con el desarrollo del propio potencial, es decir, de convertir en una realidad aquello que el individuo, potencialmente puede llegar a ser. se trata de una sensación de auto superación permanente hacia una meta o ideal planteado.
De estos cinco niveles los dos primeros conforman las necesidades que denominamos como primarias o básicas, y los tres siguiente las necesidades secundarias.
Las aplicaciones de esta teoría en el mundo empresarial son infinitas. Es fundamental entender el comportamiento de tus trabajadores y conocer que les motiva para lograr su máximo compromiso con los objetivos de la empresa, para lograrlo el empresario no solo debe satisfacer sus necesidades económicas y de seguridad, sino que también se deben tomar decisiones que ayuden a que los empleados vayan cubriendo sus necesidades secundarias, ya que cualquier persona esta llamada a la autorrealización y al desarrollo de su propia vocación. Por lo tanto es clave para determinar la política de  RRHH de cualquier empresa.
A nivel comercial también es importante, sobre todo para saber analizar el comportamiento de la competencia y por otra parte para conocer las motivaciones del cliente. Partiendo de este conocimiento  podremos elaborar el producto que mas satisfaga sus necesidades, planificar la mejor compaña de marketing y lograr el mejor servicio y percepción de calidad, consiguiendo así una mayor fidelizando del cliente.
Para la mayoría de los habitantes de los países desarrollados las necesidades fisiológicas y de seguridad están cubiertas. Es por eso que las empresas deben centrarse en crear productos que además satisfagan las otras necesidades secundarias (necesidades sociales, de estima y de autorrealización), intentando si es posible encontrar la diferenciación. Por ejemplo: un polo de lacoste no solo cubre la necesidad de protegerse del frío, sino también satisface la necesidad de prestigio que la gente asocia a la marca del cocodrilo, o la de aceptación y pertenencia al grupo o estatus social.

Un producto no es lo que se vende, sino aquello que se desea comprar”

viernes, 16 de diciembre de 2011

El Plan de Empresa



Como en todo buen trabajo que se precie, la planificación y el control son claves para lograr el éxito de un proyecto empresarial. Partir de un buen análisis de la situación, definir los objetivos y diseñar las estrategias son el camino lógico que debe seguir el emprendedor antes de iniciar cual su andadura.
Cuando queremos iniciar un proyecto empresarial nos asaltan miles de dudas: ¿Cuales serán los productos o servicios que oferte?, ¿a qué precio?, ¿necesito socios?, ¿a qué clientes?, ¿existe competencia?, ¿el momento es el oportuno?, ¿en qué lugar?, ¿seria conveniente una campañas publicitarias?......etc. La mejor forma para dar respuesta a estas preguntas es analizar y sintetizar toda la información relevante e ir plasmándola mediante la realización de un plan de empresa.
El Plan de Empresa es un documento que identifica, describe y analiza una oportunidad de negocio, examina la viabilidad técnica, económica y financiera de la misma, y desarrolla todos los procedimientos y estrategias necesarios para convertir la citada oportunidad de negocio en un proyecto empresarial concreto.
Es instrumento genérico, básico y abierto que ofrece las pautas elementales a seguir con el fin de desarrollar y analizar la puesta en marcha de un proyecto empresarial. Por ello es considerada como una herramienta imprescindible cuando se quiere poner en marcha un negocio, sea cual fuere la experiencia profesional del promotor, la dimensión o el carácter del proyecto.
Resulta esencial detenerse a reflexionar sobre cada pequeño detalle de la puesta en marcha y gestión de nuestro futuro negocio, porque nos permite tomar conciencia de los pasos que debemos seguir para lograr nuestros objetivos y de la viabilidad de nuestra idea empresarial. Incluso para empresas ya establecidas, un Plan de Empresa bien diseñado es fundamental, ya que ha de ser la base sobre la que se levanten nuevos proyectos de crecimiento o diversificación de la actividad principal.
En conclusión, el Plan de Empresa es un instrumento donde el promotor da forma a todas las ideas y detalles que tiene en mente para el desarrollo de su negocio, decide qué camino ha de tomar, qué metas quiere conseguir y le da mayor criterio para poder tomar la decisión mas conveniente ante posibles imprevistos que puedan surgir.
Los principales objetivos que el emprendedor puede alcanzar con la elaboración de este documento son los siguientes:
A nivel interno

a. Comprobar la coherencia del proyecto: la realización del plan de empresa permite alcanzar un conocimiento amplio, profundo y objetivo de la empresa que se pretende poner en marcha y constituye para el emprendedor un valioso instrumento para evaluar la viabilidad de su proyecto y reducir considerablemente el riesgo en la puesta en marcha de su negocio.

b. Establecer objetivos y planificar su consecución: en la preparación de este documento no sólo se describen todas las áreas del nuevo negocio, sino también se aprende a fijar objetivos y planificar la manera de alcanzarlos. Por ello, permite al emprendedor medir sus expectativas y reforzar las posibles metas a alcanzar.

c. Evaluar el progreso del proyecto empresarial: cuando el nuevo negocio se encuentra en funcionamiento, el plan de empresa servirá como herramienta interna para valorar la marcha de la nueva empresa y sus desviaciones sobre el escenario previsto.


A nivel externo

De cara al exterior el Plan de Empresa constituye la mejor carta de presentación para un emprendedor y resulta útil a diversos niveles:
a. Obtener la financiación necesaria para lanzar el negocio.
b. Optar a posibles subvenciones de las administraciones públicas.
c. Encontrar socios o convencer a éstos del mérito del proyecto.

Por lo tanto, el Plan de Empresa tiene diferentes utilidades en función de la situación en que se encuentre el proyecto.
Si la empresa no ha iniciado las actividades, las utilidades son:
a. Guía de planificación empresarial.
b. Instrumento para la búsqueda de financiación.
c. Desarrollo de nuevas estrategias y actividades

En el caso de que la empresa ya hubiera iniciado su actividad, el Plan de Empresa será un documento de referencia para los promotores donde podrán comprobar las desviaciones que estuvieran produciéndose en la marcha del proyecto.
Recomendaciones para su presentación
a. Claridad: la información y redacción ofrecida debe ser clara, concisa, veraz y comprobable.

b.   Actualidad: el plan debe ser un documento que recoja información y datos recientes.

c.  Globalidad: el plan de empresa abarcará todas las áreas de la actividad empresarial, con el fin de que el mismo sea completo.

d.  Lenguaje comprensible: se debe utilizar un leguaje que sea inteligible para diferentes tipos de lectores (inversores, bancos, proveedores, técnicos, etc.). Se debe realizar un especial esfuerzo para acercar la terminología a un lenguaje compresible para todos los colectivos interesados.

El plan de empresa contendrá los siguientes apartados:

v      Plan estratégico: Recogerá las líneas maestras de la futura empresa, a qué se va a dedicar, objetivos, estructura, etc.
v      Plan de marketing: Son acciones comerciales a llevar a cabo para hacerse un hueco en el mercado.
v      Plan de recursos humanos: Es el capital humano. Selección de personas capaces y motivadas, definición de funciones y provisión de medios y formación.
v      Plan económico- financiero: La empresa necesita conseguir beneficios y poseer dinero (liquidez) para hacer frente a sus pagos. Se debe “hacer cuentas” para incluir los gastos de la empresa que no se detallaron en otros planes.
v      Plan jurídico-mercantil: La actividad podrá desarrollarse bajo distintas formas jurídicas, siendo su carácter mercantil el principal factor diferenciador. Además de elegir la forma para La empresa, el emprendedor conocerá los trámites que deberá gestionar para poner en marcha su negocio.

Cualquier idea de negocio, por muy genial que parezca, puede fracasar si no la planificamos bien. Aunque resulte un tanto tedioso, antes de iniciar el proyecto debemos detenernos y reflexionar sobre cada pequeño detalle del futuro negocio e ir plasmándolos en el plan empresarial
Aunque en algunos aspecto puede ser conveniente contar con el apoyo de empresas o personal especializado para realizar un plan de empresa, es fundamental la plena implicación y el compromiso del emprendedor, ya que es la persona que asume el riesgo y el encargado de llevarlo a cabo, así como de tomar las decisiones que marcaran el destino del negocio. Por tanto “el mejor plan de empresa es siempre el que realiza el propio emprendedor”.

martes, 6 de diciembre de 2011

Activos financieros




Tras la introducción realizada sobre el sistema financiero, hoy me gustaría centrarme en una de las partes que lo configuran, los activos o instrumentos financieros. Estos son títulos o anotaciones contables que representan una inversión para el que los pose y un pasivo para el que los genera.
Es el instrumento mediante el cual los agentes con déficit (familias, empresas o sector público) pueden conseguir recursos financieros de los agentes con superávit.
Podemos distinguir entre activos primarios y secundarios, los primeros son emitidos por el agente con déficit y transmitidos directamente o de forma intermediada al agente con superávit. Otras veces los agentes intermediarios adquieren activos primarios y mediante un proceso de transformación emiten activos secundarios que se adaptan mejor a las preferencias de los agentes con superávit, ayudando a potenciar el flujo de recursos financieros.

Veamos algunos ejemplos de activos financieros:
Imaginemos una familia que quiere comprarse una casa, lo normal es que sus ingresos cotidianos no le permitan disponer del dinero para afrontar ese gasto, por lo tanto solicita una hipoteca al banco, esa hipoteca es el instrumento financiero que le permite fraccionar los pagos para que la compra de la casa sea asequible para la familia.
Otro caso podría ser el de una empresa que quiere invertir en un nuevo proyecto de inversión, para lo cual decide emitir acciones con las que conseguir los recursos necesarios. O el de las empresas que necesitan corregir desfases en su tesorería para poder pagar a los proveedores hasta que consigan vender y cobrar sus productos o servicios, para lo cual solicitaran una línea de crédito con el banco.
Las distintas administraciones también suelen emitir activos para financiar inversiones que suponen un gasto mayor que los ingresos corrientes que pueden generar, de esta manera difieren el gasto a lo largo de los siguientes años. Por ejemplo la construcción de una carretera,  un hospital, un aeropuerto… son gastos elevados  que se suelen financiar en varios años.
Al margen de la transferencia de fondo que supone, otra característica importante de los activos es que suponen también una transferencia de riesgo. El agente que adquiere un activo financiero adquiere un derecho sobre el emisor, por lo que asume la posibilidad de que al emisor no le vaya bien la inversión y no pueda hacer frente a sus obligaciones de pago.
Las características principales que definen a cualquier activo financiero son tres:

-          La liquidez: Que mide la facilidad y la certeza que tiene un activo para poder transformarse en dinero a corto plazo sin sufrir pérdidas. Por poner algún ejemplo, los depósitos de ahorro que podemos encontrar en cualquier entidad de crédito cumplen claramente esta característica, ya que son bastante líquidos a corto plazo y tenemos prácticamente la certeza de lo que vamos a ganar con ellos. En cambio otros activos como las acciones emitidas por cualquier empresa son fácilmente convertibles en dinero, pero su valor dependerá de lo que coticen en ese momento, por lo que presentan un grado menor de certidumbre que los depósitos.
-          El riesgo: Es la probabilidad de que el emisor no cumpla con las condiciones de rentabilidad y amortización pactadas, por lo tanto el riesgo dependerá de la solvencia del emisor, así como de la garantías que incorporen los títulos y no de las fluctuaciones de la cotización.
       El riesgo también puede venir del exterior, por la pertenencia a un sector que esté pasando dificultades. Un ejemplo lo encontraríamos en el sector financiero, donde la globalización financiera y la interdependencia entre los mercados y las instituciones financieras, está provocando  que el mal funcionamiento de algunos mercados o entidades se contagie a otros mercados y entidades de todo el mundo provocando la crisis que todos conocemos.
-         La rentabilidad: Es la capacidad que tiene el activo de producir intereses y rendimientos para el que lo adquiere como pago por la cesión temporal de la capacidad de compra y la asunción temporal del riesgo.

El grado que presente el activo financiero de cada una de estas variables nos ayudará a definirlo y de esta manera poder compararlos y clasificarlos.
Por lo general cuanto más riesgo tenga un activo menor será su rentabilidad, por eso hay que desconfiar de los que prometen grandes rentabilidades sin riesgo. ¡Nadie da duros a cuatro pesetas!.
Aunque en ocasiones se presentan situaciones en la que esta regla no se cumple. El ejemplo más claro lo encontramos en la crisis de deuda que algunos países de la unión europea, entre ellos el de España, están padeciendo. Estos países emiten activos de deuda pública que, aun siendo activos con un altísimo grado de liquidez y certeza en el cobro, deben pagar grandes intereses para ser adquiridos. Esto es debido en parte a los ataques especulativos de algunos agentes que concentran gran peso en el mercado, y que son capaces con su comportamiento de influir en el comportamiento de los demás inversores, pero esto lo dejaremos para otra entrada.

Son muchas las formas en las que podemos clasificar a los activos financieros, según la naturaleza del emisor, según el mercado en el que se transfieren...etc. Aunque la más utilizada es atendiendo a su grado de liquidez. De esta manera podemos ordenar los activos de mayor a menor grado de liquidez:
1.      Dinero legal: monedas y billetes de curso legal.
2.      Depósitos bancarios.
a.      Depósitos a la vista (cuentas corrientes).
b.      Depósitos de ahorro (cuentas de ahorro).
c.      Depósitos a plazo (imposiciones a plazo fijo).
3.      Fondos públicos
4.      Obligaciones de sociedades privadas
5.      Prestamos sin garantía real y créditos comerciales.